Me pregunto quién habrá sido la primera persona que dijo una
mentira, o tal vez la incógnita sería quién es la persona que nunca ha dicho
una mentira, creo que las dos preguntas, son esas clases de preguntas que no se
pueden contestar, de las que por cierto yo tengo millones.
Sin embargo del algo si estoy segura, todos mentimos, todos.
Comenzamos cuando somos niños, no soy una experta en la materia, pero creo que
los niños empiezan a mentir porque son creativos, por ejemplo cuando crean a su
amigo imaginario; cuando los niños son un poquito más grande, mienten, porque
temen los castigos de los padres, cosa que es natural ya que estoy segura que a
la mayoría no le gusta estar castigado. De adolescentes decimos mentiras más
elaboradas a favor de la salud de nuestros padres, si imaginan si una
adolescente le dice “papi, voy a agarrar con mi amigo cariñoso…” en cambio
suena mejor si decimos “papi, voy a preparar galletitas a la casa de mi amiga”,
de esta manera evitamos que nuestros padres sufran un infarto o parálisis
facial o hasta cerebral. Cuando somos
adultos, mentimos por cualquier cosa, para guardar las apariencia, porque no
puedes decirle a tu jefe o profesor de universidad que es una mierda, tampoco
puedes decirle a tu suegra que es lo peor que te ha podido pasar en la vida; se
miente para no destruirle el hogar a tus hijos, este es el ejemplos de los
infieles; se miente por carencia económica; se miente por amor, para decirle a
la flaca que la quieres llevar a la cama, primero debes decirle que es el gran
y único amor de tu vida, lo que no sabe ella es que él encuentra el amor de su
vida todos los fines de semana y bueno también tenemos las mentiras que las
tienes que decir para sacarte de encima al infeliz que quiere sacar provecho de
ti y otras mentiras que tienes que
decirlas si o si, porque de lo contrario vas a tener muchos más problemas que
un libro de matemática.
Lo que debemos recordar es que el pez por la boca muere, por
eso yo creo que mentir es un arte que debe realizarse con la mayor dedicación
del mundo, primero debes creerte tú mismo tu mentira para que otros la crean.
Los hombres casi siempre revelan sus mentiras, a diferencia
de las mujeres que somos mucho más calculadoras y astutas.
Creo que existe un problema cuando tu vida se convierte en
una mentira, y mientes a personas que en verdad, no debes ni quieres mentir,
pero ya estas metida en esa mentira y por más que quieras no puedes salir;
dicen que ojos que no ven, corazón que no siente y espero que sea verdad.