domingo, 10 de junio de 2012

Conversaciones

Hola mis pocos ciberlectores, les cuento, para los que no me conocen, que soy una persona que me gusta conversar mucho con las personas, no importa la edad que tenga, me gusta conversas con los niños, porque de ellos se aprende mucho más de lo que nosotros creemos, me gusta conversar con personas de mi edad, porque es muy divertido y también me gusta conversar con gente adulta, porque más sabe el diablo por viejo que por diablo, por eso hoy les vengo a hablar sobre las conversaciones.
Una gran conversación se puede dar en los lugares y momentos menos apropiados, así como una aburrida conversación se puede dar en lugares muy amenos. Particularmente suele sucederme que la gente se me acerca mucho a hablarme, en muchas ocasiones se me han acercado personas desconocidas  a contarme sus problemas y sacando una de mis pocas virtudes, es que a mí sí me gusta mucho escuchar a otras personas y apoyarlas en lo que esté a mi alcance.
Conozco a muchas personas que no les gusta mucho conversar con personas que no conocen, por ejemplo mi madre, si una persona no se le acerca a decirle algo, ella tampoco nunca habla, le cuesta mucho porque es muy reservada pero en cambio con las personas que sí tiene confianza si suele hablar y preguntar mucho.
Y quien no ha tenido una conversación que dure toda la noche, yo sí la he tenido y déjenme decirle que aunque al otro día te pudras de sueño, la conversación si valió la pena. Me gusta conversar, me gusta saber cómo está la otra persona, y no por chismosa, sino porque a la persona que le pregunto cómo está, es porque realmente me importa cómo se siente.
Yo suelo conversar siempre, es más a veces me tienen que decir cállate que quiero dormir, pero yo sigo, por ejemplo mi mejor amiga Rocio, es una chica de pocas palabras, si le cuentas un problema hace el mayor esfuerzo por preguntarte más cosas o tratar de darte un consejo, para que suceda eso ella te debe tener mucha confianza, a diferencia de mí, que yo pregunto demasiado y hablo demasiado.
En el colegio y hasta ahora en la universidad, me acerco a conversas con los profesores que me caen bien, en el colegio mis amigas me decían, que aburrido que puedes conversar con un viejo o vieja, pero debemos tener en cuenta que mi crianza ha sido siempre con personas mayores, porque en mi familia, no tengo primos o hermanos de mi edad, por esa razón estoy acostumbrada a tratar con gente mayor que yo y sin aburrirme nada.
Las conversaciones por teléfono, existen personas que odian hablar mucho tiempo por teléfono, pero yo amo hablar por teléfono con mis mejores amigas, es algo de nunca acabar por siempre salen más y más temas, hasta que te duele la oreja o hasta que se te acabe el saldo.
También hay esas conversaciones que tienen que ser cara a cara, ya sean las confesiones o las que necesitas explicar con gesto el gran chisme del año, pero bueno creo que por que exista la tecnología no hay nada mejor que sentarse tranquilos, mirar a los ojos a aquella persona y conversar.  

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